Cuando nos embarcamos en un proyecto de páginas webs, lo primero a lo que dedicamos nuestra parte de tiempo es a gestionar la estructura sobre como será nuestra web, los productos y contenido que queremos publicar, plugins para gestionar compras… pero sin embargo, no prestamos especial atención a los textos de nuestros avisos legales.
El motivo del poco interés en generar estos avisos, es porque la mayoría de la gente no nos detenemos a leerlos, y también, porque no todos quienes tienen una web tienen la obligación de tenerlos.
Pero realmente, la finalidad de estos avisos legales, es proporcionar a los clientes la mayor transparencia posible sobre nuestra actividad y nuestro objetivo en la web.
Algunas de las leyes a tener en cuenta para elaborar estos textos son:
- Ley 34/2002 de Servicios de la Sociedad de la Información y el Comercio Electrónico de 11 de julio. En adelante LSSI.
- Ley Orgánica 15/1999 de Protección de Datos de Carácter Personal y el Reglamento que lo desarrolla (Real Decreto núm. 1720/2007, de 21 de diciembre). En adelante LOPD.
- Orden Ministerial IT C/1542/2005, de 19 de mayo que aprueba el Plan Nacional de nombres de dominio de Internet bajo el código de su país correspondiente (“.es”).
Pero haciendo especial relevancia en la Ley 34/2002, establece en su artículo 10 la obligación para el prestador del servicios de la sociedad de la información a disponer de los medios que permitan, a usuarios y a la autoridad competente, acceder por medios electrónicos, de forma permanente, fácil directa y gratuita a la siguiente información:
- Datos que identifiquen al titular de la WEB, ya sea una persona física o una persona jurídica: Nombre, denominación social y datos de contacto (domicilio, dirección de correo electrónico, teléfono o fax), en su caso, representante legal, así como el N.I.F. o C.I.F. Si se trata de una entidad inscrita en el Registro Mercantil, deben constar tales datos de inscripción.
- Si la actividad desarrollada por la WEB precisa de alguna autorización administrativa previa (tales como seguridad privada, transportes, energía o gestión de residuos por ejemplo), se deben hacer constar los datos relativos a la misma, así como la identificación del órgano administrativo que supervise tal extremo.
- Si se ejerce una actividad profesional regulada (abogado, médico, detective…), deben consignarse los datos del colegio profesional, nº de colegiado, título académico y estado de la Unión Europea dónde se consiguió, así como los estatutos profesionales o el código deontológico por el que se rige su práctica profesional, indicando los medios a través de los cuáles se pueden conocer (incluido los electrónicos).
- Debe proporcionarse información clara acerca del precio del producto o servicio, haciendo mención expresa a la inclusión o no de los impuestos correspondientes, y en su caso, los gastos de envío.
- Si el servicio está adherido a algún tipo de código de conducta, hay que hacer mención al mismo y a la manera de consultarlo en Internet.
Estos son algunos de los datos a tener en cuenta a la hora de elaborar nuestra página web, y que resulta tan importante como el contenido de la misma para no tener problemas a nivel legal.